El trabajo remoto ha transformado la forma en que laboramos actualmente, y aunque ofrece grandes ventajas, también presenta nuevos desafíos en cuanto a la protección de datos y la seguridad de los dispositivos. Pero, ¿por qué sucede esto? Al trasladar el entorno de trabajo a nuestros hogares, ampliamos la superficie de ataque para los ciberdelincuentes: nuestras redes domésticas, aunque pueden parecer seguras, a menudo carecen de las mismas medidas de protección que encontramos en las redes corporativas, esto, combinado con el uso de dispositivos personales y la posible falta de capacitación en ciberseguridad, crea un cóctel explosivo para los ciberataques.
Es por ello que, en este artículo, conocerás los riesgos más comunes al trabajar desde casa, los errores a evitar para resguardar tus datos y las buenas prácticas a tomar para protegerte de dichas amenazas.
Vulnerabilidades más comunes en el trabajo remoto
- Redes domésticas vulnerables: Las redes domésticas suelen estar menos protegidas, con contraseñas débiles, configuraciones predeterminadas y una menor segmentación de la red. Esto facilita que los atacantes accedan a dispositivos conectados y a la información que contienen.
- Dispositivos personales: El uso de dispositivos personales para el trabajo aumenta la probabilidad de que malware o software malicioso se infiltre en la red corporativa. Además, estos dispositivos pueden no tener los parches de seguridad más recientes.
- Falta de conciencia: Muchos usuarios no son conscientes de las amenazas cibernéticas y de cómo protegerse. Esto los convierte en objetivos fáciles para los atacantes que utilizan técnicas de ingeniería social para engañarlos y obtener acceso a sus sistemas.
- VPN no seguras o configuradas incorrectamente: Las redes privadas virtuales (VPN) son una herramienta esencial para el trabajo remoto, pero si no están configuradas correctamente o si se utilizan VPNs gratuitas, pueden ser vulnerables a ataques.
Prácticas que debes adoptar para proteger tus datos al trabajar remoto
- Contraseñas fuertes y únicas: Utiliza contraseñas complejas y diferentes para cada cuenta. Considera utilizar un gestor de contraseñas para almacenarlas de forma segura.
- Verificación en dos pasos: Activa la autenticación de dos factores en todas las cuentas importantes, como correo electrónico, redes sociales y servicios en la nube.
- Desconfía de los enlaces y archivos sospechosos: Evita hacer clic en enlaces o descargar archivos de remitentes desconocidos, incluso si parecen legítimos.
- Mantén actualizado el software: Instala las últimas actualizaciones de sistema operativo, aplicaciones y antivirus para corregir vulnerabilidades.
- Utiliza una VPN: Una red privada virtual (VPN) encripta tu conexión a Internet, protegiendo tus datos de miradas indiscretas, especialmente cuando te conectas a redes públicas.
- Realiza copias de seguridad regularmente: Guarda copias de seguridad de tus archivos importantes en un dispositivo externo o en la nube para evitar pérdidas en caso de un ataque cibernético.
- Educa a tu familia: Enséñales a tus familiares sobre las mejores prácticas de seguridad en línea, especialmente si comparten dispositivos contigo.
¿Cómo configurar tu Red Doméstica de forma correcta?
- Contraseña segura para el router: Cambia la contraseña predeterminada del router por una fuerte y única.
- Actualizaciones de firmware: Mantén el firmware del router actualizado para corregir vulnerabilidades.
- Red de invitados: Crea una red de invitados separada para dispositivos que no confías plenamente, como los dispositivos de invitados.
- Cifrado WPA2 o WPA3: Utiliza el cifrado WPA2 o WPA3 para proteger tu red inalámbrica.
- Filtros de contenido: Considera utilizar un filtro de contenido para bloquear sitios web maliciosos y contenido inapropiado.
- Firewall: Activa el firewall de tu router para bloquear el tráfico no autorizado.
- Detección de intrusos: Algunos routers ofrecen funciones de detección de intrusos que pueden alertarte de actividades sospechosas.
- Antivirus: Utiliza un buen antivirus y mantenlo actualizado.
- Software de seguridad de red: Considera un software de seguridad de red para proteger tu hogar de amenazas externas.
- Administrador de contraseñas: Facilita la gestión de contraseñas fuertes y únicas.
Separa el uso laboral del uso personal
- Dispositivos: Es recomendable utilizar un dispositivo exclusivo para el trabajo, Sin embargo, si no te es posible, puedes crear perfiles separados en el dispositivo: una para uso personal y otra para uso profesional.
- Cuentas de correo separadas: Utiliza una cuenta de correo electrónico profesional para el trabajo y otra para asuntos personales.
- Aplicaciones: Instala las aplicaciones laborales en el perfil o dispositivo profesional y mantén tus aplicaciones personales en el perfil o dispositivo personal.
- Almacenamiento en la nube separadas: Utiliza servicios de almacenamiento en la nube diferentes para datos personales y profesionales.
La separación entre lo personal y lo profesional, especialmente en el entorno digital, es una práctica de seguridad y organización cada vez más esencial. Reduce el riesgo de que un atacante acceda a toda tu información, protege tus datos personales de mezclarse con los datos empresariales o de lo clientes, mejora la productividad y es una muestra de profesionalismo y confidencialidad. En resumen, implementar buenas prácticas de ciberseguridad, te permiten trabajar de forma remota con tranquilidad. Recuerda que la seguridad cibernética es un proceso continuo, por lo que es importante estar siempre alerta y actualizado.
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